
las provincias
Bancaja es el principal acreedor y por eso el Valencia le ha hecho llegar un amplio abanico de alternativas. Aunque todas las iniciativas parten del propio club, los 240 millones que ya debe a la caja de ahorros son razones de peso para tenerla informada de cada uno de los pasos que se medita dar en el futuro dentro de un plan de viabilidad en el que, según ha podido saber este diario, no se ha producido ningún tipo de intromisión política o institucional.
Una de las alternativas más sólidas, como informó ayer LAS PROVINCIAS Punto Radio (92.0 FM), es emprender una ampliación de capital. La idea está sobre la mesa y en el club se considera que contaría con el visto bueno de Bancaja. Sobre todo por una cuestión filosófica, ya que supondría que antes de acudir a pedir más ayuda son los propios accionistas del Valencia los que se rascan el bolsillo.
Otro de los posibles caminos es vender patrimonio o derechos futuros de forma inmediata. Ahora resulta imposible colocar en el mercado las parcelas del viejo Mestalla por el precio que en su día se contempló. Pero hay que hacer algo. Por ejemplo, buscar un inversor dispuesto a adquirirlas por una cantidad baja a cambio de conceder al club una opción de recompra futura.Este comprador, según apuntó anoche Canal 9, podría ser FCC, una de las firmas constructoras del nuevo estadio. El Valencia obtendría liquidez (unos 220 millones de euros) para cancelar la mayor parte de su deuda con Bancaja, lo que sobre el papel le habilitaría para pedir otro crédito, mientras que el comprador podría recuperar su dinero en el futuro y beneficiarse de unos intereses ahora mismo fuera de mercado.La operación está sin embargo en el aire.
Por la premura de tiempo, por su envergadura en medio de un panorama económico hostil y porque aún faltaría que la caja de ahorros aceptase aportar más dinero, pese a que la actual deuda del Valencia quedara casi cancelada.
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